Deshidratación.
Deficiencia de minerales (potasio, magnesio, calcio).
Estar mucho tiempo de pie o sentado sin moverse.
Ejercicio intenso sin estiramiento posterior.
Mala circulación o compresión de nervios.
En algunos casos, efectos de medicamentos o enfermedades crónicas.
✅ Cómo evitarlos:
²Vacuna contra la COVID-19: cuatro años después, la lista de síntomas persistentes sigue creciendo