Una fiebre leve pero frecuente puede indicar que el sistema inmunológico está respondiendo a un problema interno.
6. Bultos o inflamaciones
La aparición de bultos en el cuello, axilas, pechos o ingles que no desaparecen es una señal importante para consultar.
7. Cambios en los hábitos intestinales
Diarrea, estreñimiento, sangre en las heces o molestias continuas pueden requerir evaluación médica.
8. Problemas al tragar
Dificultad para tragar, dolor o sensación constante de que algo queda atascado en la garganta no deben ignorarse.
9. Tos persistente o cambios en la voz
Una tos que dura más de 3 semanas o una voz ronca sin causa clara puede necesitar atención.
10. Sangrado inusual
Sangrados vaginales fuera del ciclo, sangre en la orina, nariz o encías pueden ser señales tempranas.
11. Cambios en el apetito
Pérdida repentina del interés por comer, náuseas constantes o sensación de llenura rápida.
12. Heridas que tardan demasiado en sanar
Una herida que no cicatriza puede ser señal de que el cuerpo no está funcionando correctamente.
13. Sudores nocturnos intensos
No relacionados con la menopausia o el calor ambiental.
14. Dolor abdominal o hinchazón persistente
Especialmente si se acompaña de gases extremos, indigestión o sensación de presión.
15. Cambios en los senos (en mujeres y hombres)
Enrojecimiento, secreciones, endurecimiento o cambios en la forma del pecho.
16. Sensación de “algo no está bien”
Muchas personas describen una sensación general de alarma o cambios inexplicables en su estado físico.
¿Qué hacer si reconoces alguna de estas señales?
No entres en pánico.
La mayoría de estos síntomas suelen tener causas comunes y tratables.
Pero si alguno persiste por más de dos semanas, lo más recomendable es consultar a un profesional para un chequeo preventivo.