Si notas que el babeo viene acompañado de malestar estomacal o acidez, podría ser señal de reflujo gastroesofágico.
El exceso de ácido puede estimular la producción de saliva y favorecer el babeo nocturno.
4. Estrés y tensión acumulada
Curiosamente, las personas con estrés elevado o sueño irregular pueden babear más. Esto se relaciona con la manera en que el sistema nervioso controla los músculos faciales durante el sueño.
5. Medicamentos y condiciones médicas
Algunos medicamentos que relajan los músculos o afectan la producción de saliva pueden aumentar el babeo nocturno.
También puede aparecer en personas con ciertas condiciones neurológicas, aunque esto es menos común.
¿Qué puedes hacer para reducirlo?
- Dormir de lado o boca arriba con la cabeza ligeramente elevada
- Mantener las vías respiratorias despejadas: controlar alergias y congestión
- Evitar comidas muy pesadas justo antes de dormir
- Revisar medicamentos si notas un aumento súbito del babeo
Conclusión
Baber mientras duermes no siempre es un signo de alarma, pero sí es una señal que tu cuerpo da sobre tu sueño, respiración o digestión.
Observar patrones y acompañarlo con hábitos saludables puede ayudarte a mejorar tu descanso y bienestar general.