El beso con lengua, también conocido como beso francés, no es solo una expresión de afecto o pasión: tiene efectos sorprendentes en nuestro cuerpo y mente. Estudios científicos y expertos en relaciones han revelado que este tipo de beso activa múltiples sistemas en nuestro organismo, desde la química cerebral hasta la salud bucal.
En este artículo descubrirás todo lo que ocurre dentro de tu cuerpo cuando compartes un beso apasionado con alguien especial.
1. Una explosión de química en el cerebro
Cuando nos besamos con lengua, el cerebro libera varias sustancias químicas y hormonas que afectan nuestro estado de ánimo y emociones:
- Dopamina: Produce sensaciones de placer y recompensa.
- Oxytocina: Conocida como la “hormona del amor”, fortalece la conexión emocional con tu pareja.
- Serotonina: Ayuda a regular el estado de ánimo y reduce el estrés.
- Adrenalina: Aumenta la excitación y la frecuencia cardíaca.
Por eso, un beso apasionado puede hacernos sentir eufóricos y más cercanos emocionalmente a nuestra pareja.
2. Beneficios físicos inesperados
Más allá de la química, los besos con lengua también benefician a tu cuerpo de manera tangible:
- Ejercicio facial: Mueve más de 30 músculos faciales, ayudando a tonificar la cara y prevenir arrugas.
- Quema calorías: Aunque sea mínima, se estima que un beso intenso puede quemar hasta 2–3 calorías por minuto.
- Estímulo del sistema inmunológico: Intercambiar saliva puede exponer al cuerpo a bacterias “buenas” que fortalecen las defensas.
- Reducción del estrés: Baja la tensión arterial y la sensación de ansiedad gracias a la liberación de hormonas.
