Escuchar al cuerpo con atención
Despertarse repetidamente a la misma hora puede ser una invitación a prestar más atención al equilibrio entre actividad y descanso. Incorporar prácticas relajantes como la respiración profunda, la lectura tranquila o estiramientos suaves antes de dormir puede ayudar al cuerpo a entrar en un estado de mayor calma.
En conclusión, despertarse entre las 3 y las 4 de la mañana no siempre es una señal de alarma, pero sí puede ser un mensaje de que algo en la rutina diaria necesita ajustes. Mejorar la higiene del sueño, reducir el estrés y crear un entorno adecuado son pasos clave para lograr noches más reparadoras. Si los despertares son persistentes o afectan el bienestar diario, consultar con un profesional de la salud puede ser una buena decisión para obtener orientación personalizada. 🌙