“Una joven de 20 años estaba enamorada de un hombre mayor de 40. El día en que lo llevó a casa para presentárselo a su familia, su madre, al verlo, corrió a abrazarlo con fuerza… y resulta que él era nada menos que…”

Me llamo Lina, tengo veinte años y soy estudiante de último año de diseño. Mis amigos siempre dicen que parezco más madura de lo que soy, quizá porque desde pequeña he vivido solo con mi madre – una mujer soltera, llena de fuerza y determinación. Mi padre falleció temprano, y mi madre nunca volvió a casarse; durante todos estos años ha trabajado sin descanso para sacarme adelante.

Una vez, participando en un proyecto de voluntariado en Guadalajara, conocí a Santiago, el encargado del equipo de logística. Tenía más de veinte años que yo, era amable, sereno y hablaba con una profundidad que me sorprendía. Al principio solo lo apreciaba como compañero, pero poco a poco, mi corazón comenzó a latir más rápido cada vez que escuchaba su voz.

Next page

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *